EL CARRITO DEL SUPERMERCADO
Les paso unos consejillos que me ha dado una nutricionista amiga y que nos ayuda a comprar mejor.
Salir a comprar una cosa y regresar a casa con otra..., comprar algo sin saber si es bueno o no... o comprar algo impulsivamente y jamás utilizarlo…
¿Te es familiar alguna de estas situaciones?
Lo más seguro te ha sucedido algo similar, lamentando luego haber gastado dinero de manera incorrecta. Y, aunque muchas veces nos reímos de nuestra manera de comprar, cuando de salud se trata, debemos tomar algunas medidas.
Los productos y servicios de salud no se escapan hoy en día de la publicidad. Si bien muchas de las personas que trabajan en este tipo de industria son profesionales de amplia trayectoria y seriedad en su trabajo, lamentándolo mucho, también hay gente inescrupulosa en este sector.
Consejos para comprar mejor
No te dejes llevar exclusivamente por la publicidad de un producto o servicio, trata de indagar un poco más sobre la confiabilidad de los profesionales que estén detrás de ese servicio o producto.
Confía en tu médico. Cuando tengas un problema de salud acude primero a tu médico de cabecera y, guiado por sus consejos, compra sólo los productos y medicamentos que sean necesarios.
Si vas a comprar un servicio de salud o un artículo que creas beneficioso recuerda que no siempre lo más costoso es lo mejor, valora tus necesidades antes de invertir.
El carrito del supermercado
Cuando hablamos de salud, la alimentación no se nos escapa, por el contrario, la mayoría de las veces compramos lo primero que vemos sin pensar si es nutritivo o no, si es saludable o no e inclusive sin saber si su sabor nos agrada.
Es así como con frecuencia las familias pasean con su carrito en el supermercado y cada acompañante va contribuyendo con sus antojos a llenarlo. A la hora de pagar, gastamos más de lo que pensamos y cuando llegamos a casa tenemos mucha comida, pero.. ¿es buena comida?
¿Realmente ese carrito va a proveer a toda la familia de los alimentos que cada quien requiere de acuerdo a sus necesidades?
Sabiendo que esta es una situación común y que hoy por hoy la publicidad nos invade cuando de alimentos se trata, estos consejos te ayudarán a que la sensatez predomine sobre la impulsividad a la hora de comprar alimentos:
Prepara una lista:
Antes de salir de casa, haz una lista de todos los alimentos que necesites comprar. De esta manera evitarás llenar el carrito con productos que no sean realmente necesarios.
Evita ir con hambre al supermercado: así evitarás comprar por impulso.
Verifica las fechas de vencimiento de los alimentos: así evitarás llevar a casa productos que estén vencidos o muy próximos a vencerse y que tengamos que botarlos antes de haberlos consumido.
Lee las etiquetas de los productos: toma un tiempo para revisar cada etiqueta. Evita comprar aquellos alimentos cuyo contenido de grasas o azúcares sea muy elevado.
Compara los precios y las marcas comerciales: no te dejes influenciar por empaques vistosos. Si el producto que buscas es fabricado por varias empresas compara el contenido nutricional y la relación precio–valor antes de tomar una decisión. Recuerda que la marca privada de la tienda donde compras tus alimentos generalmente es la más económica. Además, los cupones de descuentos son un excelente recurso para no gastar tanto dinero, pero solamente utilízalos cuando compres aquellos productos que son parte de tu lista de compra.
Aprovecha las frutas y hortalizas de la estación: siempre serán más económicas y estarán más frescas. Si deseas, también puedes comprar y congelar estos productos para usarlos cuando estén fuera de cosecha y así tener mayor variedad de alimentos.
Compra sólo las cantidades necesarias: comprar de más se puede traducir en comer más.
Diviértete enseñando: a los niños les encantan los carritos del mercado, aprovecha cuando vayas con ellos de compras y enséñales qué es lo más nutritivo para llenar sus carritos.
Además de los alimentos, muchas veces tenemos en nuestros carritos otros productos que consideramos necesarios para nuestra salud aunque verdaderamente no conocemos su beneficio, es el caso de suplementos dietéticos, vitaminas, infusiones y un sin fin de artículos que son muy costosos e innecesarios en la mayoría de los casos. Antes de comprar estos productos, consúltale a tu Nutricionista los beneficios o desventajas que pudiera traer consumirlos y revisa cuidadosamente las etiquetas para asegurarte que provengan de fabricantes reconocidos y tengan los permisos sanitarios pertinentes.
Estos prácticos consejos, haran que tu carrito de supermercado se convierta en un cargamento de salud y economía para toda la familia.
Bueno amiguitos la próxima vez que visiten el supermercado recuerden estos consejos.
Nos vemos
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