LAS GIMNITOS Y LAS GIMUELA
El universo de las profesoras de gimnasia se divide en dos grandes grupos que se repelen: las de gimnasio –también llamadas “gimnito”- o las de colegio –denominadas “gimuela”.
Las gimnito son un ejercito de apetecibles treintañeras con el cutis adulterado por la parranda y el sol, que gritan mucho “arriba esas colas”, escuchan a Ricardo Arjona y salen con frívolos tarambanas destinados a cascarles su marchito corazón.
Durante la década del noventa, las gimnito daban clases de step, hasta que le rompieron los meniscos a alguna gorda, y tuvieron que optar por gimnasia localizada o modeladora. Aunque todavía son atractivas, sus encantos están sujetos con alfileres: toman inmortales sesiones de cama solar (o se trepan a algun techo con membrana de aluminio), se planchan el pelo o se hacen reflejos y declaran veintinueve años sin excepción.
Durante la semana, las gimnito usan calzas tres cuartos con tops de lycra, y cargan un bolso enorme lleno de casettes (usan casettes) de Erasure o New Kids on the block; pero al llegar el viernes las "gimnito" se visten "de guerra" y usan una carterita pequeña con sólo cigarrillos, celular, y una magra billeterita llena de nada.
Las gimuela, en cambio, están siempre casadas con otro profesor, al que conocieron en el club donde juegan al jockey o en una práctica de supervivencia que hicieron en el Delta para recibirse de profesoras. A todas les encanta jugar al handball, ir de campamento, organizar juegos nocturnos con linternas o caravanas de bicicletas, usar bermudas con gorrito y referear los partidos del colegio. Su vestimenta es un cómodo uniforme que se repite en miles de texturas y colores: anodinos conjuntos deportivos (campera y pantalón) con remeras holgadas de marca deportiva nacional, y zapatillones de cuero blanco.
A su vez, las gimuela tienen también una división interna: existe el grupo de las atletas, de las viejas y de las monas. Las primeras son competitivas atletoides de pecho macizo y voz grave, convencidas de que el cuerpo es un arma de guerra.
Les gusta tomar el test de Cooper para medir la resistencia, hacer pruebas de flexibilidad, y asentar la distancia de salto en largo de todos los alumnos al comenzar y al terminar el ciclo lectivo. Las viejas, quienes misteriosamente ocupan el 30% de las vacantes en colegios privados, se inclinan más hacia al ejercicio tradicional en haraganas colchonetas para yoga atorrante.
Y por último, están las monas, que devoradas por el salvajismo de su alumnado adolescente, malgastan sus clases intentando poner orden con sollozantes grititos de novata o persiguiendo alumnas en fuga por el campo de deportes para que dejen de fumar detrás de los vestuarios o traigan las pelotas del armario.
Dentro de ambas categorías, existe un sub-grupo conformado por las profesoras de natación, aqua-gym u otras disciplinas acuáticas.
Las de colegio, por ejemplo, tienen el candoroso anhelo de encontrar un talentoso delfín entre las desinteresadas alumnas de su clase, y reparten demoníacos pitazos para forzar a las nadadoras a explotarse los alveolos con sus macabros largos interminables. Por el contrario, las que dan natación en un club son simples y agradables, y hacen cursos de guardavidas o son maestras en las colonias de vacaciones durante el verano.
Las diferencias son infinitas: las gimnito hacen bicicleta fija todas las mañanas, y las gimuela salen a andar en bicicleta todos los domingos. Las primeras creen que hay que ejercitarse para tener la cola diez puntos, y las segundas, porque hay que estar sana.
Las primeras hablan mucho de “las chicas” y las segundas de “los chicos del colegio”, pero en definitiva, todas se parecen. Al terminar de dar clase, luego de ducharse, en el vestuario, absolutamente todas venden ropa deportiva, mallas o corpiños, a precios exhorbitantes.
El blog de hoy esta realizado gracias al aporte de un amigo del mismo : ALEJANDRO M.V. que lo saco del siguiente blog :
http://bestiaria.blogspot.com/Les pido por favor que lo visiten porque no tiene desperdicio!!!
PD: Una aclaración para que mis amigas colegas no se enojen y por el que siempre luchamos: el artículo empieza con "el universo de las profesoras de gimnasia" y en realidad son : PROFESORAS NACIONALES DE EDUCACION FISICA, para eso estudian 4 años, y 1 año más para la licenciatura, las profes de gym : realizan cursos cortos de no mas de 4 meses y obviamente no se pueden comparar.
Este es un error que esta muy arraigado en los alumnos y creo que hay una diferencia ENORME entre tomar una clase con una profe de educación física que da clases de gimnasia comparada con una profe de gym que da clases de gym.
Aclarado este punto, lamento decir ahora mis amigas colegas que el artículo esta buenísimo y hay muchas de ustedes que han sido genialmente retratadas!!!.
Amiguitas nos vemos.